Tratamiento en adultos
Cada vez acuden más pacientes adultos que desean un tratamiento de ortodoncia. Y sus motivos pueden ser de índole muy diferente:
- A veces les preocupa el factor estético , bien porque tengan los dientes apiñados, girados, separados entre sí…
- Otras porque han apreciado que sus labios se encuentran más hundidos y su sonrisa cada vez es menos amplia. La estética facial también depende en gran medida de la posición de los dientes ya que estos dan soporte a los labios y contribuyen de esta forma a un aspecto más juvenil.
- Pueden ser remitidos por su dentista porque necesite una actuación especial para un tratamiento de implantes o de prótesis, en caso de que falte alguna pieza, o para mejorar sus problemas de encías.
- O porque tengan problemas respiratorios que les hace despertarse con frecuencia por la noche.
- En ocasiones, una alteración en la articulación que une el cráneo a la mandíbula puede ocasionar chasquidos a ese nivel, o dolores de cabeza o cuello.
En todos estos casos los podemos ayudar, pero siempre en colaboración con su dentista para que controle el estado de las encías y el hueso.
En los casos más extremos puede ser recomendable la intervención quirúrgica. Aunque la mayoría de los casos requieren únicamente tratamiento de ortodoncia.
Es en este tramo de edad en el que más se demandan los tratamientos con alineadores transparentes.
Consisten en una secuencia de férulas prácticamente invisibles que se fabrican siguiendo un proceso informático muy avanzado y que se usan durante quince días antes de pasar a la siguiente.
Se pueden retirar fácilmente de la boca para comer y lavarse los dientes con comodidad, sin que la vida cotidiana se vea afectada.
Tratamiento en niños y adolescentes
Conviene revisar a los niños en la fase de dentición de leche.
En ese momento, si se detectan determinados hábitos, se puede influir para que no desemboquen en anomalías más importantes. O, si existen ya alteraciones, corregirlas y permitir un desarrollo más armónico.
Muchas veces una intervención temprana puede ser suficiente, y en otras ocasiones, facilita enormemente los tratamientos que haya que realizar con posterioridad.
Existe un tipo de aparatología, llamada “funcional” que puede evitar que algunos músculos, cuya contracción excesiva está perjudicando, sigan actuando de manera lesiva. O, .al contrario, favorecer el trabajo de otros músculos que, por falta de acción, contribuyen a una mala posición de las arcadas dentarias. Con este tipo de aparatos realizamos ortopedia dentofacial.
Hay pacientes en los que directamente está indicado el tratamiento con aparatos “fijos”. Los más conocidos son los brackets, que pegados en los dientes sirven de rieles para colocar unos alambres que producen el movimiento.
Los brackets controlan el movimiento dentario de forma individual y con gran precisión. De los brackets existen diferentes tipos: Metálicos, plásticos, cerámicos…
Los alambres se mantienen unidos a los brackets por unas ligaduras (elásticas o de alambre) o bien se introducen en una ranura interior que tienen éstos y se mantienen allí gracias al cierre de una “persianita” incorporada en el mismo bracket (autoligables).
Son los autoligables los que permiten que la fricción entre el alambre y el material del bracket sea menor, lo que es muy conveniente en algunos momentos del tratamiento.